| Visión de conjunto |
La crisis turca se agudiza e intensifica el daño que ya venían sufriendo los mercados emergentes desde hace meses. Estados Unidos ha dejado al mercado turco al pie de los caballos. El régimen de Erdogan sufre así las consecuencias de su mala gestión, de sus flirteos con Rusia en el ámbito militar y las presiones de Trump en favor de la liberación del pastor evangelista estadounidense, Andrew Brunson. La apelación por parte de Erdogan a recursos como la ayuda de Dios y a la venta de divisas y oro para la compra de liras por parte de la población turca pone de manifiesto la falta de iniciativa del régimen turco para gestionar adecuadamente una salida a esta crisis y, desde luego, no frenará la presión especulativa de los mercados. Turquía necesitará de la ayuda de las potencias occidentales para frenar esta debacle, pero, para ello, deberá volver a ser el socio fiel y cooperativo que se espera y exige de su pertenencia a la OTAN y de su crucial posición geoestratégica. Es sólo cuestión de tiempo, pero, cuanto antes, mejor.
La apreciación adicional del dólar y el aumento de las primas de riesgo están sirviendo como mecanismos de transmisión de la crisis turca a otros mercados emergentes.
En Italia, el gobierno es consciente de la desconfianza que por el momento también suscita en los mercados, y no descartan un posible ataque especulativo contra sus mercados, aprovechando el estrangulamiento de la liquidez típica del mes de agosto.
Pero, al contrario que Turquía, Italia no está sola ni es tan vulnerable. La pertenencia al euro ha demostrado ser ya en repetidas ocasiones un escudo protector muy robusto y eficiente. De hecho, los rumores apuntan a que las autoridades italianas se mantienen en contacto con el BCE de cara a coordinar la introducción de los cortafuegos que pudieran llegar a ser necesarios. Ahora es prioritario que desde el gobierno italiano no se hagan declaraciones populistas para no atraer la atención de unos mercados “ávidos de sangre” en estos momentos.
| Mercados |
Las caídas experimentadas por los mercados de renta variable el pasado viernes han tenido continuidad hoy aunque de manera mucho más moderada. En el mercado de renta fija, el bono italiano sigue a la baja presionado por la negociación de los presupuestos en el país transalpino. En los mercados de divisas el euro ha frenado por el momento su caída frente al dólar y tampoco se observan movimientos importantes en el franco suizo y el yen, que habían subido con intensidad en pasadas jornadas. Por contra, las divisas emergentes sufren con motivo de la crisis turca, en especial el rand sudafricano y, en menor medida, la rupia indonesia y el peso mexicano. En lo que se refiere a las materias primas, las caídas fueron generalizadas, aunque merece especial atención el oro, que amenaza seriamente la zona de soporte con los descensos de hoy.
| Agenda para mañana |
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