El temor a un Brexit duro, la excusa para que los mercados tomen aire después de intentar, sin éxito, perforar al alza sus resistencias de largo plazo…

El temor a un Brexit duro, la excusa para que los mercados tomen aire después de intentar, sin éxito, perforar al alza sus resistencias de largo plazo. Pese a que las negociaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea continuarán hasta este domingo, ambas partes comienzan a jugar con fuego en su afán por alcanzar sus propósitos en la relación que les una a partir del próximo año. Por un lado, Boris Johnson ha advertido de las dificultades para alcanzar un acuerdo y ha reclamado una reunión con Merkel y Macron con el fin de desbloquear la situación. Por el otro, la Unión Europea ha iniciado los trámites para prepararse para un Brexit duro, dando a entender que las negociaciones no llegarían a buen puerto. Sin embargo, lo más probable es que tarde o temprano se alcance un acuerdo, necesario para dos potencias que están condenadas a entenderse, más allá de la habitual dosis de dramatismo que agregan a las ya eternas negociaciones sobre el Brexit. Para los mercados, que venían desde hace días reflejando un cansancio lógico ante la imposibilidad de perforar al alza las resistencias de largo plazo, estas noticias han servido de excusa para justificar las caídas registradas hoy. Pero pese a la corrección de esta semana en las bolsas, la tendencia continúa siendo alcista y no se ha perdido por ahora ningún soporte relevante.

En el terreno macroeconómico, la confianza del consumidor estadounidense que elabora la Universidad de Michigan superó las expectativas al subir en diciembre hasta 81.4 puntos desde lo 76.9 del mes anterior y frente al descenso hasta 76.5 puntos que descontaba el consenso del mercado. En Europa, los datos de IPC del mes de noviembre en Alemania y España cumplieron con las previsiones al bajar respectivamente un -0.3% y un -0.8% en tasa interanual. 

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