Se alarga el suspense…

Conclusiones del análisis del fin de semana:

• Las bolsas se mantienen en una dinámica compleja y de incierto desenlace.
• Las autoridades empiezan a ajustar el nudo de la soga con la que ahorcarán a las criptomonedas.

 

Las bolsas se mantienen en una dinámica compleja y de incierto desenlace.

Seguimos en un mercado muy volátil a nivel interno y sin tendencias definidas. La psicología del mercado continúa caracterizándose por la complacencia y un sesgo marcadamente especulativo. El flujo de noticias a nivel fundamental continúa siendo en general positivo, aunque amenazado por la avidez confiscatoria de los gobiernos de izquierdas, ahora también en Estados Unidos. Como decía el economista y filósofo liberal, líder de la Escuela Austríaca, Friedrich August von Hayek: “No hay impuesto que sea justo porque todo impuesto es un robo y, como tal, no hay robo que sea justo”. Históricamente, el socialismo (y más aún el comunismo) sólo ha sido capaz de generar pobreza y ruina en aquellas naciones y sociedades que se han dejado arrastrar por su dialéctica del conflicto y una ya más que trasnochada lucha de clases, y sobre la base de esa supuesta superioridad con la que se arrogan el derecho a dictar lo que como individuos tenemos que pensar y decir, y podemos y no podemos hacer…

Así las cosas, las bolsas siguen sin saber hacia dónde definir tendencia, manteniéndose en las cotas actuales gracias a las continuas rotaciones sectoriales y de valores que sólo consiguen dar una falsa sensación de estabilidad, muy alejada de la realidad interna.

Puede que esta próxima semana el mercado encuentre por fin argumentos para salir de esta dinámica de transición:

• Será una semana muy intensa y clarificadora en lo que se refiere a la publicación de resultados empresariales del primer trimestre (en concreto algo más de un tercio de las compañías que forman parte del índice S&P500 publicarán sus resultados a lo largo de esta semana).
• La Reserva Federal estadounidense celebrará una nueva reunión de política monetaria los días 27 y 28.

Las autoridades empiezan a ajustar el nudo de la soga con la que ahorcarán a las criptomonedas.

Hace tiempo que venimos advirtiendo de la amenaza que las criptomonedas representan para las políticas de control de los gobiernos y, en especial, para la autoridad y capacidad de influencia de los bancos centrales. Sobre esta base, y con enemigos tan poderosos, el futuro de las criptomonedas no puede ser más oscuro (por supuesto que habrá criptomonedas, pero sólo aquellas que puedan ser controladas y gestionadas por los gobiernos y los bancos centrales). En esta línea, las autoridades empiezan a ajustar ya la soga con la que más pronto o más tarde acabarán ahorcando a las criptomonedas que nacieron libres. Esta pasada semana el Tesoro estadounidense, liderado por la que fuera presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, hacía correr el rumor de la posible introducción de un impuesto (otro más) de nada menos que del 80% sobre las ganancias obtenidas en la compra-venta de criptomonedas. No es de extrañar, por tanto, que la bitcoin registrara durante esta pasada semana una caída en su cotización superior al -20%. Y este es solo el principio…

 

 

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